Sobre Criticar a los sabios por no criticar en público a los gobernantes

Sobre Criticar a los sabios por no criticar en público a los gobernantes

Pregunta:

Usted y sus hermanos de entre los ulemaa en este país son Salafiyun, y toda la alabanza es debido a Allah, y su forma de aconsejar a los gobernantes es conforme con la Shari'ah como el Mensajero (sallallaahualaihi wasallam) ha clarificado, y no purificamos a nadie por encima de Allah. Y hay algunas personas que le critican por no rechazar en público los errores, que ocurren (de los gobernantes). Y otros le perdonan y dicen que usted está bajo la presión del estado. ¿Luego, tiene usted algo que decir por vía de guia y aclaración para esta gente?

Respuesta:

No cabe duda de que los gobernantes, como cualquier otro que ellos de la humanidad, no son infalibles de error, luego aconsejarles es obligatorio. Sin embargo tratar de tenderles la mano a ellos desde las reuniones y los púlpitos son la murmuración prohibida y esto es un mal mayor que el mal que emana de los gobernantes porque esto es murmurar, y debido a que esto implanta fitnah y división de las filas y esto afecta a la expansión de la dawah.

Luego es obligatorio comunicarles el consejo por medios fiables, no por exposición y extensión. En cuanto a atacar a los ulemaa de esta tierra diciendo que ellos no aconsejan o que ellos son suprimidos, entonces esta es una acusación falsa por la cual la separación entre los ulemaa y la gente y la sociedad es pretendida tal que es fácil para el que quiere la corrupción el implantar su mal. Esto es porque cuando los malos pensamientos sobre los ulemaa se extienden, entonces la confianza en los ulemaa se pierde y allí se levanta una oportunidad para aquellos que tienen deseos e intenciones de extender su veneno. Y creo que esta ideología es una conspiración desde fuera de esta tierra y sus autores son de origen extranjero. Entonces es necesario para los Musulmanes estar precavidos de esto.

Shaykh Saalih al-Fawzaan

Al-Ijaabaat al-Muhimmah fee Mashaakil il-Mudlahimmah” por Muhammad bin Fahad al-Husayn