La muerte del Profeta
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La muerte del Profeta
La muerte del Profeta
Signos de despedida
Después del perfeccionamiento de la religión y el control por el Islam de toda la situación, los signos de adiós hacia la vida y hacia los vivientes comenzaron a aparecer en casa del Mensajero de Allah , signos que se podían percibir en sus palabras y en sus actos.
En el mes de ramadán del año 10 de la Hégira, hizo un retiro (itikaf) durante 20 días, mientras que habitualmente, se retiraba sólo durante 10 días; Yibril, dos veces, estudió con él el Corán.
Dijo en el momento de su peregrinación de despedida:
" No sé si os veré de nuevo el próximo año en este mismo lugar. "
Dijo también mientras estaba en Yamrat al-Akaba:
"Aprended de mí vuestros ritos. Este es mi último peregrinaje. "
La sura "An-Nasr " (sura 110: 'la victoria ') le fué revelada en medio del período de Tachrik. Entonces, supo que se trataba de un signo de despedida y que su alma iba a abandonarlo.
Al principio del mes de Safar del año 11 de la Hégira, el Profeta fué a Uhud y rezó una oración de recogimiento para el descanso del alma de los mártires, en signo de despedida. Más tarde, se fué hacia el Minbar y dijo :
" Yo voy a adelantaros. Os sirvo de testigo. ¡Por Allah! Observo ahora mi destino. Me dieron las llaves que daban acceso a los tesoros de la tierra (o las llaves de la tierra). ¡Por Allah! Lo que temo, no es que os volváis hacia el politeísmo después de mí, más bien temo que os pongáis a rivalizar. "
Un día, salió hacia medianoche y fué a Al-Baki' donde pidió perdón por los muertos, diciendo:
"Que la paz sea sobre vosotros, ocupantes de las tumbas, los vivos os compadecen por vuestra suerte, pero las tentaciones de la vida llegan como los momentos de una noche de tinieblas. Se suceden y las últimas son peores que las primeras. "
Les hizo un anuncio en estos términos:
"Pronto vamos a unirnos con vosotros. "
Principio de la enfermedad
Al vigésimo octavo o vigésimo noveno día del mes de Safar del año 11 de la Hégira, el lunes, el Mensajero de Allah asistió a un entierro en Al-Baki'.
Mientras regresaba de allí, tuvo dolores de cabeza acompañados por un fuerte calor y se veían sus efectos por encima de la venda que llevaba en la cabeza.
Enfermo desde hacía once días, no dejaba sin embargo de dirigir las oraciones, en total la enfermedad duró 13 ó 14 días.
La última semana
La enfermedad se volvió más intensa.
El Profeta se puso a interrogar a sus mujeres.
Al respecto les decía:
" ¿Dónde debo ir mañana? ¿Dónde debo ir mañana? "
Éstas comprendieron su intención y lo autorizaron a ir donde quería.
Se dirigió hacia la casa de Aicha , marchando entre Al-Fadl ibn Abbas y Ali ibn Abdû al-Muttalib, con la cabeza vendada, caminando paso a paso hasta el punto de entrar en ésta (la casa) y es allá donde pasó la última semana de su vida.
Aicha recitaba versículos del Corán así como las oraciones que había podido memorizar gracias al Mensajero de Allah .
Después de tal recitación, le soplaba en la cara y le cogía su mano con la esperanza de que su acto contendría bendición.
Cinco días antes de la defunción
Un miércoles, cinco días antes de la defunción, el Profeta estuvo con fiebre en todo el cuerpo.
Los dolores de cabeza se acentuaron y entonces, desvanecido, dijo :
" Viertan sobre mí siete recipientes de agua sacada de diferentes pozos, antes de que vaya hacia la gente a hacerles recomendaciones."
Le hicimos sentarse en un recipiente y luego vertimos el agua al punto que dijo:
"Esto basta, esto basta."
Después de eso, se sintió aliviado y entonces, entró en la mezquita con la cabeza rodeada de una venda untada con grasa. Se sentó en el minbar y rodeado de una muchedumbre, pronunció un discurso que expresó en estos términos:
"¡Qué Allah maldiga a los judíos y los cristianos! Adoptaron como tumba los lugares de oración de sus Profetas. "
Dijo también :
" No adopten mi tumba como un ídolo que hay que adorar. "
Por otra parte, se expuso a la venganza diciendo:
"Que aquellos a los que había azotado la espalda se venguen, he aquí mi espalda. Que aquellos a los que había quebrantado la reputación se venguen."
Dicho esto, bajó, cumplió la oración de Dhuhr después regresó hacia el minbar. Entonces, repitió estas recomendaciones y otras. En esto, alguien dijo: "me debes tres dirhams." A esto, respondió :
" ¡Dáselos tú , Fadl! "
Luego hizo recomendaciones respecto a los Ansar, en estos términos:
"Les recomiendo los Ansar, porque constituyen mi silla y mi montura. Hicieron sus deberes y ahora les queda gozar de sus derechos. Acepten su beneficios y perdonen sus malas acciones. "
En otro relato, dice :
" La gente se vuelve más numerosa. Los Ansar, ellos, se vuelven menos numerosos, hasta el punto de ser comparables a un poco de sal en un plato. Entonces, quienquiera de ustedes que tenga un poder por el cual se halla en situación de perjudicar o de hacer bien, que no haga sino aceptar sus beneficios y perdonar sus malas acciones. "
Y a esto, él añadió :
"Allah había dado a Su siervo escoger entre dos cosas: hacerle obtener todo lo que necesitaba en la vida o hacerle sacar provecho de lo que hay cerca de Él. El siervo optó por la segunda elección."
Sobre estas palabras según Abû Sa' id Al-Judri, Abû Bakr lloró y dijo:
" Te rescatamos ofreciéndote a la vez a nuestros padres y nuestras madres. "
Llenos por la admiración, la gente dijo: "¡Miren a este anciano! el Mensajero de Allah cuenta que Allah lo había hecho escoger entre las delicias de la vida y lo que hay cerca de él y este anciano se lanza a decir: "te rescatamos ofreciéndote a nuestros padres y nuestras madres. "
El siervo en cuestión era el Mensajero de Allah . Abû Bakr sabe sobre esto más que nosotros "
Más tarde, el Profeta dijo:
" El hombre más generoso a mi parecer con su compañía y sus bienes es Abû Bakr. Si debería escoger a un amigo, otro que mi Señor, es él a quien escogería como amigo. "
No obstante, la fraternidad y el amor en el marco del Islam, no dejan, en la mezquita, abrir ninguna puerta... salvo la de Abû Bakr.
Cuatro días antes de la defunción
Un jueves, cuatro días antes de la defunción, el Mensajero de Allah dijo bajo el efecto del dolor:
"¡Venid! Voy a redactaros un documento que permitirá que no os perdáis. "
Decía esto en presencia de gente entre quienes estaba Omar ibn Al-Khattab .
Éste entonces, dijo: "os habla bajo el efecto del dolor, ustedes tienen el Corán, el libro de Allah os es suficiente. " No obstante, la gente divergió y se pusieron a discutir. Algunos del ellos dijeron: " ¡acérquense! El Mensajero de Allah va a redactarles un documento. "
Otros siguieron el punto de vista de Omar. Cuando las discusiones hubieron alcanzado su más alto grado, el Mensajero de Allah dijo:
" ¡Váyanse! "
Aquel día, hizo tres recomendaciones: expulsar a los judíos, los cristianos y los politeístas de la península árabe, tratar las delegaciones según la costumbre.
Tratándose de la tercera recomendación, el informador no se acuerda de esto.
Puede que ésta se remita a la toma en consideración al libro y en consideración al Sunnah, a la puesta en marcha del ejército de Osama o a la oración y a la beneficencia.
Hasta este día, el Profeta dirigía las cinco oraciones, a pesar de su enfermedad, es decir hasta el jueves situado a 4 días de su muerte.
Aquel día, dirigió la oración de Maghrib donde recitó la sura " Al-Mursalat " (sura 77: ' los enviados ') como de costumbre.
En el momento de la oración de al-Isha la enfermedad se volvió más grave impidíendole salir de su casa para ir a la mezquita.
Al respecto Aicha cuenta:
" El Profeta dijo: " ¿la gente ha rezado? "
Respondimos: " ¡no! Mensajero de Allah, están esperándote. "
Prosiguió: " Pónganme agua en el recipiente. "
Pusimos agua en éste (el recipiente).
Entonces, se sentó, luego iba a levantarse pero desvaneció .
Al volver a él, dijo: "¿la gente ha rezado? "
Sobre estas palabras, se desvanecio por segunda vez, luego una tercera vez antes de desvanecerse como la primera vez, cuando trataba de levantarse.
Después de eso, envió el mensaje a Abû Bakr al quién consagraba la orden de dirigir la oración.
En estos días, éste dirigió diecisiete oraciones, lo que jamás había hecho durante la vida del Profeta : la oración de al-Isha del jueves, la oración de Fajr del lunes y otras quince oraciones entre los dos días en cuestión.
Aicha consultó tres o cuatro veces con el Profeta pidiéndole retirar el imamato de Abû Bakr de manera que la gente no fuese pesimista respecto a él .
Éste, no obstante, se negó y dijo :"ustedes son las compañeras de Yussuf. ¡ Vayan a ver a Abû Bakr! Que dirija las oraciones."
Uno o dos días antes de la defunción
El sábado o domingo el Profeta se sintió mejor y escoltado por dos hombres salió para efectuar la oración de Dohr.
Era Abû Bakr quien dirigía la oración.
Viéndolo venir, éste se puso a replegar, pero le hizo un signo, ordenándole no se retirase; tras lo que dijo :
" Pónganme a su lado. "
Ambos hombres lo instalaron entonces al lado, a la izquierda de Abû Bakr .
Éste imitó el modo de rezar del Profeta y dejaba oír a la gente el Takbir.
Un día antes de la defunción
El domingo, el día antes de la defunción el Mensajero de Allah liberó a sus esclavos, dio una limosna de seis o siete dinares que tenía con él y les dio sus armas a los musulmanes.
Por la noche, Aicha envió su lámpara a casa de una mujer diciéndole:
" Pónganos aceite de grasa en nuestra lámpara. "
La coraza del Profeta fue hipotecada en casa de un judío por 30 sâa de cebada.
El último día
Según Anas ibn Malik, los musulmanes, mientras cumplían la oración de Fajr del lunes, oración dirigida por Abû Bakr estuvieron sorprendidos al ver al Profeta levantar el velo que separaba la mezquita de la casa de Aicha para echarles una mirada en el momento en el que estaban en filas.
Haciendo esto, sonrio y se rió.
Entonces, Abû Bakr cambió de opinión y quiso volver a las filas pensando que el Mensajero de Allah iba a participar en la oración.
Los musulmanes, parece que Anas, fueron inundados por la alegría.
No obstante por un signo de mano el Mensajero de Allah les dio orden de continuar la oración y luego, quedándose en el cuart0.o, soltó el velo de separación.
Después de esta oración el Profeta no vivió otra (oración).
Poco después del medio dia , llamó a su hija Fátima y le sopló algo en la oreja.
Entonces, ésta se fue llorando.
La llamó la segunda vez, luego le susurró otra cosa.
Esta vez, ésta se echó a reír.
Sobre este suceso Aicha ha relatado:
" Después de esto interrogamos a Fátima buscando ser informados y ésta nos había dicho: " El Profeta me dijo que iba a morir y lloré. Luego me informó que de toda su familia sería la primera en reunirse con él y entonces me eché a reír. " El Profeta le anunció a Fátima que era la maestra de las mujeres del mundo. "
Comprobando la pena que invadía al Mensajero de Allah , ésta dijo: "compadezco a mi padre."
No obstante, el Profeta dijo:
" Tu padre no tendrá más pena a partir de este día. "
Llamó a Al-Hassan y Al-Hussayn les dio un beso y recomendó el bien a su respecto, luego hizo venir a sus esposas a quienes dedicó exhortaciones y recuerdos.
Su dolor se intensificaba, mezclado con el veneno que había consumido en Khaybar.
A este respecto decía:
"Aicha, no dejo de sentir el efecto del plato que había consumido en Khaybar. Siento ahora mi arteria horta romperse a causa de este veneno. "
Se había cubierto la cara con un trozo de tela que quitaba cada vez que se sentía molesto diciendo: "es así ".
Sus últimas palabras y sus últimas recomendaciones a la gente fueron:
"Qué Allah maldiga a los judíos y los cristianos que adoptaron como lugar de oración la tumba de sus profetas (advertencia contra las prácticas de éstos) no confinéis mi religión en Arabia. "
Le hizo a la gente una recomendación diciendo:
" La oración, la oración y la beneficencia. "
Esto, lo repitió muchas veces.
La agonía
La agonía comenzó.
Aicha lo apoyó sobre ella diciendo:
" Hay unos favores que Allah me concedió: el hecho que el Mensajero de Allah muera en mi casa apoyado contra mi pecho y que en el momento de su muerte se unan mi saliva y la suya."
En este momento preciso, entró a Abdû-ar-Rahman ibn Abû Bakr que tenía en su mano un palillo de dientes (siwak).
Entonces, le dije: " ¿te lo doy? "
Opinó moviéndo su cabeza.
Luego se lo di y lo cogió fuertemente, después, le dije: "¿ Quieres que te lo ablande? "
Opinó moviéndo la cabeza.
Entonces, cogi el siwak ; que enseguida reclamó .
Un cierto relato precisa que el Profeta se cuidaba y limpiaba muy bien los dientes.
Mientras que delante de él, había una cafetera que contenía agua, se puso a introducir allí sus manos para pasarlas luego sobre su cara diciendo:
" No hay divinidad en verdad sino Allah. ¡ En verdad! La muerte contiene un estado comatoso. "
Tan pronto como acabó de limpiarse los dientes, levantó su mano o su dedo y al mismo tiempo su mirada fue dirigida hacia el techo.
Sus labios se movieron.
Entonces Aicha le prestó la oreja (se acercó) y le oyó decir:
" Con aquellos a los que concediste tus favores entre los Profetas, los verídicos, los mártires y los virtuosos. ¡Señor! ¡Perdóname! Sé clemente conmigo! ¡Hazme reunirne con el Eterno! ¡Señor! El Eterno".
Repitió tres veces las últimas palabras luego su mano se inclinó y se reunió con el Eterno.
¡Por cierto! Pertenecemos a Allah y es a Él que regresaremos.
Este acontecimiento tuvo lugar un poco después del mediodía de la mañana del lunes, 12 del mes de Rabi' ul Awwal del año 11 de la Hégira, mientras que el Mensajero de Allah tenía 63 años y 4 meses.
La gran tristeza de los compañeros
La noticia dolorosa se difundió. Medina se oscureció en sus compartimentos y sus horizontes.
A este respecto, Anas dijo:
"Jamás vi un día tan bello y luminoso como aquél en el que encontramos al Mensajero de Allah (que la paz y la salvación sean sobre él). Jamás vi un día tan oscuro y tan feo como el día cuando éste nos dejó. "
Después de la muerte del Profeta , Fátima dijo:
" Mi padre ha sido llamado por Allah. Su refugio será el Yannatul firdaws. Le anunciamos la muerte a Jibril. "
La posición de Omar
Omar ibn el Khattab, estando de pie se puso a decir:
" ¡Algunos de los hipócritas pretenden que el Mensajero de Allah ha muerto, ¡no! El Mensajero de Allah no ha muerto; ha ido cerca de su Señor, de la misma manera que lo había hecho Mussâ ibn Imran que, durante 40 noches había dejado su pueblo para reunir luego a éste, después de que se hubiera dicho que él estaba muerto. ¡Por Allah! El Mensajero de Allah volverá de seguro y cortará las manos y los pies de los que pretenden (dicen) que ha muerto. "
La posición de Abû Bakr
Abû Bakr llegó, subido sobre un caballo, procedente de su casa situada a As-Sanh.
Descendió y entró en la mezquita sin decirle nada a nadie.
En seguida la gente vinieron hacia él, dejando a Omar allí dónde estaba.
Entonces, Abû Bakr dijo:
" Ahora, aquellos de entre vosotros que adoraban a Muhammad, que sepan que Muhammad murió. Aquellos de entre vosotros que adoraban a Allah, que sepan que Allah es el Viviente y nunca muere. En efecto Allah dice (traducción aproximada):
" Muhammad es sólo un mensajero antes del cual ya hubo otros mensajeros. ¿Si muriese, pues, o si lo mataran, daríais la espalda? Quien da la espalda no perjudicará en nada a Allah; y Allah recompensará a los agradecidos. " Sura 3: ' la familia de Imran '-versículo 144
A propósito de esto Ibn Abbas ha dicho:
"¡Por Allah! Dijimos que la gente no sabía por qué Allah había revelado tal versículo antes de su recitación por Abû Bakr. Ellos cogieron el versículo y se pusieron a repetir sin excepción. "
Según Ibn Al-Mussayyib, Omar ha dicho:
" ¡Por Allah! Tan pronto como oí a Abû Bakr recitando el versículo, me sentí vacío hasta el punto de caerme y desplomarme en la tierra. Es entonces que comprendí que el Mensajero de Allah no estaba más. "
Preparativos y modales del entierro
La divergencia respecto a la sucesión dio un paso antes de los preparativos.
Huvo discusiones, diálogos y polémicas entre Muhajirines y los Ansar de Saqifat Banî Saida.
Finalmente, se pusieron de acuerdo sobre Abû Bakr como sucesor (califa).
Todo el lunes fue dedicado a esta discusión.
La gente se ocupó de los preparativos del entierro tarde, en la noche del martes.
Casi era la mañana.
Durante este tiempo el cuerpo bendito del Profeta estaba sobre la cama, cubierto de un vestido de seda negra e inaccesible en la medida en que la familia había cerrado la puerta.
El martes, hicimos el aseo del Mensajero de Allah sin quitarle su ropa.
Los que le lavaron fueron Al-Abbâs, Ali, Al Fadl y Kazm (los 2 hijos de Al Abbas), Sakran, el esclavo liberado del Mensajero de Allah , Ussama ibn Zayd y Aws ibn Juli. Al Abbas y Kazm lo movían(volteaban para lavarle); Usama y Sakran vertían el agua, Ali hacía el aseo y Aws le apoyaba contra su pecho.
Lo lavamos tres veces con agua que contenía Sidr.
El agua provenía de un pozo llamado Al-Ghars, perteneciente a Saad ibn Khayzama y situado a Qubâ, pozo del agua del cual tenía la costumbre de beber.
Más tarde, lo envolvimos en tres ropas blancas no llevando ni camisa ni turbante.
El sitio donde se debía enterrar suscitó luego una divergencia.
A este respecto, Abû Bakr dijo:
" Yo oí al Mensajero de Allah decir:
" Todo Profeta que fallece es enterrado en el mismo lugar de la defunción. "
Sobre esto, Abû Talha levantó la cama de muerto, cavó debajo e hizo de la tumba un sepulcro.
Después de eso, la gente entró en el cuarto por grupos de diez y rezaron sobre el Mensajero de Allah individualmente, sin ninguna necesidad de un imaam.
Primero, fue la gente de su clan quien cumplió sus oraciones, seguidos por los Muhajirines y los Ansar, las mujeres también rezaron sobre él, después de los hombres.
Por fin rezaron sobre él los niños y otras mujeres.
Todo el martes fue dedicado a estas oraciones y esto se extendió hasta el principio de la noche del miércoles.
A propósito del entierro Aicha dijo:
"No supimos que se enterraba al Mensajero de Allah sólo cuando oímos el ruido de las palas en las profundidades de noche. "
Un cierto relato menciona:" a finales de la noche del miércoles."
Revisado por la asociación A las Fuentes del Islam
Extracto del libro " EL NÉCTAR SELLADO "
Edición Darussalam copiado por sourceislam.com
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Fuente: http://3ilm.char3i.over-blog.com/article-le-deces-du-prophete-43966555.htmlTraducido del francés al castellano por UmmUsama para el foro www.islamentrehermanas.com
Umm Usama Al'isbaniya
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