Nasiha del Sheij Al-Albani (rahimahu Allah) a las mujeres que se comportan como hombres
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Nasiha del Sheij Al-Albani (rahimahu Allah) a las mujeres que se comportan como hombres
La Nasiha del Sheij Mohammad Nasirud-Din Al-Albani (rahimahu Allah) a las mujeres que se comportan como hombres
La siguiente pregunta fue formulada al Sheij Mohammad Nasirud-Din Al-Albani : “¡Noble Sheij! Oímos que las mujeres que están en las universidades o en las escuelas y las facultades o esas mujeres que dan conferencias o cursos o que recitan el Qur’an en la radio, en particular por la mañana; oímos que los maridos de esas mujeres no gozan nunca de ellas, porque se han masculinizado. Querríamos una aclaración de su parte sobre este tema.”
El Sheij respondió con las palabras siguientes:
La base de este problema es la mala educación. Entre las causas de la mala educación, está la degradación moral (Fasad) de la sociedad. Así como la degradación del sistema sobre el cual se establece la educación de los hombres y de las mujeres o de los chicos y chicas jóvenes. Porque estoy casi seguro de que esas mujeres no han oído nunca ahadiz como éste, en que el Profeta ha dicho: «Allah maldice a la mujer masculinizada». De igual modo que el otro hadiz relatado según ‘Abdullah Ibnu ‘Abbas que dice: «El Mensajero de Allah maldijo a los hombres que buscan parecerse a las mujeres, y a las mujeres que buscan parecerse a los hombres». Creo firmemente que las mujeres que se gradúan en las escuelas de secundaria, o con diplomas más elevados aún, no han oído nunca ahadiz como el primero o como el segundo. Y si un día ellas lo han oído, entonces ha entrado por una oreja y salido por otra. Ya que los programas que se enseñan o las bases sobre las cuales se basan esos programas no permiten a las profesoras (incluso si son religiosas) profundizar en ese tipo de cuestión.
Es una cosa bien conocida en la revelación y por los sabios del Islam que la base para el hombre es que salga de su casa para trabajar, por su bien y el bien de su familia. Mientras que para la mujer es lo contrario; la base para ella es que permanezca en casa y que no salga. Pues la mujer actúa según el versículo: «Y permaneced en vuestras casas, no os adornéis con los adornos del tiempo de la ignorancia» (Al-Ahzaab: 33). Así pues, dado que la mujer se ha vuelto como el hombre, sale de su casa por la mañana y vuelve por la tarde, ella se ha parecido al hombre en eso, lo sepa o no y sea consciente o no.
Es por esta razón por lo que no se ve prácticamente ya, en nuestra época muy alejada de la época del Profeta , una joven virgen y tímida, que tiene miedo de cruzar la mirada de un hombre y que –a causa de su gran pudor- lanza su mirada al suelo para mirar sus pasos mientras camina. Ya no se ve ese tipo de muchacha joven que era bien conocido en la época preislámica, sin hablar de los primeros siglos puros e iluminados del Islam. Por eso hallamos que se narran en la compilación del Hadiz auténtico descripciones del Profeta «que era más pudoroso que una joven virgen en su habitación». De esta joven virgen, cuyo pudor se compara al del Profeta, el mejor de los hombres , ya casi no se oye hablar en nuestra época. Ya que la masculinización ha tomado ventaja en las mujeres. No hay duda de que existen para eso numerosas razones. Entre ellas, una de las más importantes para empezar es el poder que tienen los dirigentes kuffar en varios países musulmanes y que utilizan para difundir sus costumbres, sus tradiciones, sus gustos, sus comportamientos desviados con respecto a la Fitra sana. Una generación los ha heredado. Los profesores y profesoras, digamos orientadores, han adoptado esas ideas de los kuffar y las han propagado todas entre los chicos y las chicas de esta generación que está creciendo, como eso que ellos llaman «la igualdad entre las mujeres y los hombres». Esa es pues una de las causas de la propagación de la falta de pudor en las mujeres, que ha masculinizado a muchas de ellas. Y no hay duda de que la masculinización de la mujer tiene como consecuencia que ella transgrede, por su comportamiento, los límites del respeto que debe a su marido. Puede ser igualmente que intente levantarle la voz e incluso procure humillarlo delante de ciertos allegados, de su familia o de la familia de su marido, con el fin de elevarse por encima de él.
¿Dónde estamos nosotros en ese aspecto en comparación con el consejo que el Profeta dio a los hombres musulmanes del buen comportamiento que debe adoptarse hacia las mujeres? El Profeta dio como motivo a ese consejo una razón que viene totalmente en contradicción con la educación que vemos en la época actual. Es decir, el ejemplo en las palabras del Profeta : «Os ordeno que os comportéis bien con las mujeres, ya que ellas son cautivas (‘Awan) vuestras». Lo que citamos en este hadiz del Profeta de la orden de ser buenos en nuestro comportamiento con las mujeres es de hecho para demostrar que el Profeta mencionó el motivo de esta orden diciendo: «Ya que ellas son cautivas vuestras». Lo que significa que son como prisioneras. Y el prisionero no puede nada contra su dueño. Es así como la mujer musulmana que tiene un verdadero comportamiento islámico permanecerá como una prisionera frente a su marido. Por eso el Profeta tuvo miedo de que los hombres aprovechen ese carácter que es propio de la mujer para mostrarse superiores a ella, oprimirla y ser injustos con ella. Por eso ordenó el ser bueno hacia la mujer, al mencionar este motivo, diciendo «Ya que ellas son cautivas vuestras».
Hoy en día ya no son los hombres a los que se les debe ordenar ser buenos hacia las mujeres, ellas ya no tienen necesidad. Hoy es a las mujeres a las que hay que ordenar ser buenas hacia los hombres. Ya que se han vuelto independientes en su trabajo y en su manera de disponer de sí mismas. Incluso se les oye con frecuencia decir: No hay diferencia entre mi marido y yo, ¡él es el marido y yo soy la esposa! ¡Y él es compañero y yo soy compañera con él en la vida!
Las mujeres musulmanas deben pues permanecer firmemente aferradas a su religión si han sido sometidas a prueba por una relación con esta sociedad. Que ellas intenten salvarse de los efectos del desvío que ha afectado a muchas mujeres, a causa de los factores que hemos mencionado; la degradación en la educación, la degradación de la sociedad. Esto es un recuerdo, y el recuerdo es provechoso sin duda para los creyentes.
Assalamu ‘Alaikum.
Extraído de Silsilatoul‐houda wan‐Nour, cassette 19, minuto 53.
http://boxstr.com/files/3954663_blx4k/019_15.rm
Traducido al francés por Abou Hammaad Sulaiman Dameus Al‐Hayiti (sábado 1 de noviembre de 2008, Montréal, Québec, Canada) en http://www.salafidemontreal.com/doc/La_Nasihah_du_Sheikh_Mohammad_Nasiroud-Din_Al-Albaani_aux_femmes.pdf
Traducido del francés al castellano por Ummu Yasir al Isbaniya para el equipo de traducción del foro http://www.islamentrehermanas.com
Fuente en castellano: http://lahuelladelcalamo.blogspot.com/2012/12/nasiha-las-mujeres-que-se-comportan.html
El Sheij respondió con las palabras siguientes:
La base de este problema es la mala educación. Entre las causas de la mala educación, está la degradación moral (Fasad) de la sociedad. Así como la degradación del sistema sobre el cual se establece la educación de los hombres y de las mujeres o de los chicos y chicas jóvenes. Porque estoy casi seguro de que esas mujeres no han oído nunca ahadiz como éste, en que el Profeta ha dicho: «Allah maldice a la mujer masculinizada». De igual modo que el otro hadiz relatado según ‘Abdullah Ibnu ‘Abbas que dice: «El Mensajero de Allah maldijo a los hombres que buscan parecerse a las mujeres, y a las mujeres que buscan parecerse a los hombres». Creo firmemente que las mujeres que se gradúan en las escuelas de secundaria, o con diplomas más elevados aún, no han oído nunca ahadiz como el primero o como el segundo. Y si un día ellas lo han oído, entonces ha entrado por una oreja y salido por otra. Ya que los programas que se enseñan o las bases sobre las cuales se basan esos programas no permiten a las profesoras (incluso si son religiosas) profundizar en ese tipo de cuestión.
Es una cosa bien conocida en la revelación y por los sabios del Islam que la base para el hombre es que salga de su casa para trabajar, por su bien y el bien de su familia. Mientras que para la mujer es lo contrario; la base para ella es que permanezca en casa y que no salga. Pues la mujer actúa según el versículo: «Y permaneced en vuestras casas, no os adornéis con los adornos del tiempo de la ignorancia» (Al-Ahzaab: 33). Así pues, dado que la mujer se ha vuelto como el hombre, sale de su casa por la mañana y vuelve por la tarde, ella se ha parecido al hombre en eso, lo sepa o no y sea consciente o no.
Es por esta razón por lo que no se ve prácticamente ya, en nuestra época muy alejada de la época del Profeta , una joven virgen y tímida, que tiene miedo de cruzar la mirada de un hombre y que –a causa de su gran pudor- lanza su mirada al suelo para mirar sus pasos mientras camina. Ya no se ve ese tipo de muchacha joven que era bien conocido en la época preislámica, sin hablar de los primeros siglos puros e iluminados del Islam. Por eso hallamos que se narran en la compilación del Hadiz auténtico descripciones del Profeta «que era más pudoroso que una joven virgen en su habitación». De esta joven virgen, cuyo pudor se compara al del Profeta, el mejor de los hombres , ya casi no se oye hablar en nuestra época. Ya que la masculinización ha tomado ventaja en las mujeres. No hay duda de que existen para eso numerosas razones. Entre ellas, una de las más importantes para empezar es el poder que tienen los dirigentes kuffar en varios países musulmanes y que utilizan para difundir sus costumbres, sus tradiciones, sus gustos, sus comportamientos desviados con respecto a la Fitra sana. Una generación los ha heredado. Los profesores y profesoras, digamos orientadores, han adoptado esas ideas de los kuffar y las han propagado todas entre los chicos y las chicas de esta generación que está creciendo, como eso que ellos llaman «la igualdad entre las mujeres y los hombres». Esa es pues una de las causas de la propagación de la falta de pudor en las mujeres, que ha masculinizado a muchas de ellas. Y no hay duda de que la masculinización de la mujer tiene como consecuencia que ella transgrede, por su comportamiento, los límites del respeto que debe a su marido. Puede ser igualmente que intente levantarle la voz e incluso procure humillarlo delante de ciertos allegados, de su familia o de la familia de su marido, con el fin de elevarse por encima de él.
¿Dónde estamos nosotros en ese aspecto en comparación con el consejo que el Profeta dio a los hombres musulmanes del buen comportamiento que debe adoptarse hacia las mujeres? El Profeta dio como motivo a ese consejo una razón que viene totalmente en contradicción con la educación que vemos en la época actual. Es decir, el ejemplo en las palabras del Profeta : «Os ordeno que os comportéis bien con las mujeres, ya que ellas son cautivas (‘Awan) vuestras». Lo que citamos en este hadiz del Profeta de la orden de ser buenos en nuestro comportamiento con las mujeres es de hecho para demostrar que el Profeta mencionó el motivo de esta orden diciendo: «Ya que ellas son cautivas vuestras». Lo que significa que son como prisioneras. Y el prisionero no puede nada contra su dueño. Es así como la mujer musulmana que tiene un verdadero comportamiento islámico permanecerá como una prisionera frente a su marido. Por eso el Profeta tuvo miedo de que los hombres aprovechen ese carácter que es propio de la mujer para mostrarse superiores a ella, oprimirla y ser injustos con ella. Por eso ordenó el ser bueno hacia la mujer, al mencionar este motivo, diciendo «Ya que ellas son cautivas vuestras».
Hoy en día ya no son los hombres a los que se les debe ordenar ser buenos hacia las mujeres, ellas ya no tienen necesidad. Hoy es a las mujeres a las que hay que ordenar ser buenas hacia los hombres. Ya que se han vuelto independientes en su trabajo y en su manera de disponer de sí mismas. Incluso se les oye con frecuencia decir: No hay diferencia entre mi marido y yo, ¡él es el marido y yo soy la esposa! ¡Y él es compañero y yo soy compañera con él en la vida!
Las mujeres musulmanas deben pues permanecer firmemente aferradas a su religión si han sido sometidas a prueba por una relación con esta sociedad. Que ellas intenten salvarse de los efectos del desvío que ha afectado a muchas mujeres, a causa de los factores que hemos mencionado; la degradación en la educación, la degradación de la sociedad. Esto es un recuerdo, y el recuerdo es provechoso sin duda para los creyentes.
Assalamu ‘Alaikum.
Extraído de Silsilatoul‐houda wan‐Nour, cassette 19, minuto 53.
http://boxstr.com/files/3954663_blx4k/019_15.rm
Traducido al francés por Abou Hammaad Sulaiman Dameus Al‐Hayiti (sábado 1 de noviembre de 2008, Montréal, Québec, Canada) en http://www.salafidemontreal.com/doc/La_Nasihah_du_Sheikh_Mohammad_Nasiroud-Din_Al-Albaani_aux_femmes.pdf
Traducido del francés al castellano por Ummu Yasir al Isbaniya para el equipo de traducción del foro http://www.islamentrehermanas.com
Fuente en castellano: http://lahuelladelcalamo.blogspot.com/2012/12/nasiha-las-mujeres-que-se-comportan.html
Última edición por Ummu Yasir al Isbaniya el 15/12/2012, 12:02 pm, editado 1 vez
Ummu Ines
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